Francia: Sacerdote fue asesinado por un ruandés que había incendiado un catedral

Vía ANSA LATINA: Olivier Maire, un sacerdote de 60 años, fue hallado muerto en Francia, asesinado -según una primera confesión- por un refugiado ruandés al que había acogido en su comunidad.

    El hombre ahora en la mira por el asesinato del religioso está acusado de ser el autor del incendio de la catedral de Nantes, donde trabajaba precisamente gracias a la ayuda del padre Maire.
    Otro crimen contra un hombre de Iglesia que sacudió a la Vandea, en el oeste de Francia, y que al parecer no tiene nada que ver con el terrorismo.
    El asesino del prelado superior provincial de la Congregación de los Misioneros Monfortianos con sede en Saint-Laurent-sur-Sèvre fue, al parecer, Emmanuel Abayisenga, a quien el padre Maire había decidido acoger en su comunidad.
    El presunto asesino se presentó poco después del crimen en la gendarmería. El hombre ya estaba bajo control judicial por el incendio de la catedral de Nantes, el 18 de julio de 2020. Abayisenga -entonces de 39 años, ocho de ellos pasados en Francia- había prendido fuego al edificio religioso causando graves daños.
    En ese momento era voluntario de la diócesis, apreciado y querido por la parroquia, que lo había acogido gracias a la benevolencia del propio padre Maire.
    Al confesar que era el autor del incendio, explicó que estaba exasperado porque, al no lograr renovar su visa vencida, temía ser enviado de nuevo a Ruanda.
    La justicia abrió una investigación por «homicidio doloso» y en el estado actual no parecer haber «ningún móvil ligado a causas terroristas».
    «El criminal era católico -precisaron fuentes cercanas al caso-, muy lejos del terrorismo islámico».
    Durante todo el día, en la Francia en estado de shock se sucedieron los mensajes de condolencias y lamento, sin que faltaran las polémicas políticas entre la actual administración de Emmanuel Macron y Marine Le Pen, que acusó al gobierno.
    «En Francia se puede ser clandestino, incendiar la catedral de Nantes, no ser expulsado nunca y reincidir asesinado a un cura: es el fracaso completo del Estado y de Gerald Darmanin», tuiteó la dirigente de Rassemblement National.
    «¡Qué palabras indignas! En lugar de expresar compasión a los católicos que acogieron a este asesino, la señora Le Pen polemiza sin conocer los hechos», replicó el ministro del Interior.
    «Llevaba desde los rasgos del rostro la generosidad y el amor del prójimo. En nombre de la nación, rindo homenaje al padre Olivier Maire. Pensamientos afectuosos a los monfortianos y a todos los católicos de Francia», escribió en Twitter el presidente francés, agregando que «proteger a quienes creen es una prioridad».
    La conferencia de obispos, por su parte, expresó «profunda tristeza» y su «temor».
    Al parecer el sospechoso se entregó a media mañana en la gendarmería de Mortagne-sur-Sèvre, dando las llaves con las que luego abrieron una puerta de la comunidad y hallaron el cuerpo del sacerdote.
    A los gendarmes les dijo que debían meterlo en prisión, contó el vicefiscal, Le Goater. Abayisseng había sido detenido hace un año en el marco de la investigación sobre el incendio en la catedral de Nantes, y fue puesto bajo control judicial dentro de la comunidad religiosa, con obligación de residencia y firma dos veces por mes.
    Hace solo dos meses el padre Maire contactó a los gendarmes, porque el sospechoso quería dejar la residencia vigilada.
    Por eso se había ordenado una hospitalización psiquiátrica que había terminado solo hace diez días.
    Según se supo hoy, tras entregarse a Abayisenga se le revocó el estado de detención debido a la «incompatibilidad con su estado de salud» y se lo internó en un hospital.