¿Un Papa paraguayo en el horizonte? El cardenal Adalberto Martínez podría hacer historia, según Pedro Kriskovich.

El comunicador católico Pedro Kriskovich ha planteado una posibilidad que podría marcar un hito en la historia de la Iglesia Católica: la elección de un Papa paraguayo. Según Kriskovich, el cardenal Adalberto Martínez, actual arzobispo de Asunción, no solo tiene el derecho de participar en un eventual cónclave, sino que también podría convertirse en el sucesor del Papa Francisco. «Podemos tener un Papa paraguayo», afirmó con entusiasmo, destacando además el afecto que el actual Pontífice tiene por Paraguay. “El Papa Francisco le quiere mucho a Paraguay”, subrayó.

Kriskovich compartió sus recuerdos sobre Francisco, incluyendo una fotografía que le tomó en 2013 cuando asumió el pontificado. Destacó el buen humor del Santo Padre a pesar de los desafíos que enfrenta. “Aún en esta situación difícil que le toca vivir, no lo pierde”, expresó. También recordó un encuentro personal en el que el Papa demostró su sencillez y afecto por Paraguay. “Siempre se acuerda de la gloriosa mujer paraguaya, te sonríe y te escucha”, relató. Además, mencionó que incluso un colega ateo confesó estar rezando por la salud de Francisco.

Sobre el estado físico del Pontífice, Kriskovich señaló que Francisco seguirá gobernando mientras su lucidez se lo permita. No obstante, afirmó que el Papa ha sido claro en su postura de renunciar si considera que no está en condiciones de continuar. Asimismo, resaltó el deseo del Papa de estar cerca del pueblo a pesar de los obstáculos. “Desea estar con el mundo, aunque tenga muchos enemigos, incluso dentro de la Iglesia”, aseguró.

En un mensaje de reflexión para los fieles, Kriskovich subrayó la importancia de la oración, el ayuno y el amor por los pobres. En este tiempo de preparación para la Semana Santa, su llamado es a meditar sobre la espiritualidad y el compromiso con la fe.

Ante este panorama, surge la pregunta: ¿podría un paraguayo ocupar la Silla de San Pedro en el futuro? Para Kriskovich, esa posibilidad es una esperanza viva y latente dentro de la Iglesia Católica.

Fuente: Ñanduti