Más del 70% de los recursos destinados al programa Hambre Cero se reparten entre solo cinco empresas. Entre 2024 y 2025, estas firmas han recibido más de USD 1.013 millones en contratos estatales. La concentración de estos fondos en pocas compañías ha despertado críticas y preocupaciones sobre la transparencia en la asignación de recursos.
El programa Hambre Cero, impulsado por el Gobierno para garantizar la alimentación en instituciones educativas y sectores vulnerables, ha beneficiado principalmente a cinco empresas, que han recibido el 70% de los fondos desembolsados por el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) y las gobernaciones. En términos monetarios, esto equivale a más de G. 7.9 billones (USD 1.013 millones) en los últimos dos años.
Empresas con mayores adjudicaciones
La empresa con mayor cantidad de contratos es Comepar, propiedad de Antolín Genez y Yane Wanzeller, que ha recibido G. 2 billones (USD 255 millones) en los últimos dos años. Sin embargo, esta firma ha estado en el centro de la polémica recientemente, luego de que una escuela de Mariano Roque Alonso denunciara que el caldo de cerdo servido a los alumnos estaba en mal estado. Como respuesta, Comepar acusó a la directora del centro educativo de una supuesta mala manipulación de los alimentos.
En segundo lugar se encuentra Ladero Paraguayo, de Luis Ramón Pujol, una empresa con amplia trayectoria en la provisión de alimentos escolares. Entre 2024 y 2025, obtuvo contratos dentro del programa Hambre Cero por un total de G. 1.7 billones (USD 224 millones).
Otra firma con presencia recurrente en las adjudicaciones es Rosa Mabel Capli, que ha acumulado 179 contratos en el rubro y recibido G. 641.000 millones (USD 82 millones) dentro del programa Hambre Cero. Además, esta empresa forma parte del Grupo Belmac SA, donde Capli figura como representante legal.
Las otras dos empresas que completan la lista son Blanca Nieves Rodríguez Braun, con contratos por G. 638.000 millones (USD 81 millones) en varias gobernaciones, y Néstor Francisco López, que ha sido adjudicado principalmente en el departamento de Caaguazú en ambos años del programa.
Cuestionamientos y reclamos de transparencia
El hecho de que un grupo reducido de empresas concentre la mayoría de los contratos ha generado cuestionamientos en distintos sectores, que exigen mayor transparencia y diversificación en la asignación de recursos públicos. Además, las denuncias sobre la calidad de los alimentos entregados han puesto en duda la efectividad del programa en su objetivo de erradicar el hambre y mejorar la nutrición en las comunidades beneficiadas.
Diversos actores sociales han solicitado a las autoridades una revisión del proceso de adjudicación, así como la implementación de mecanismos que garanticen una distribución más equitativa de los contratos, asegurando así la calidad y el impacto del programa Hambre Cero en la población más vulnerable.

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