Erika Morales, una joven colombiana de 20 años, ha recibido la aprobación para acceder a la eutanasia tras quedar cuadripléjica debido a un violento incidente en una discoteca. Su caso ha reavivado el debate sobre el derecho a una muerte digna en Colombia.
Un giro trágico en su vida
Morales sufrió una lesión irreversible en la médula espinal luego de recibir un botellazo en la cabeza durante una pelea en un establecimiento nocturno. Como resultado, perdió la movilidad de su cuerpo y quedó completamente dependiente de terceros para su cuidado diario, incluyendo el uso de pañales y asistencia permanente.
Aprobación de la eutanasia
La Entidad Promotora de Salud (EPS) Emssanar S.A.S. evaluó la solicitud de la joven y aprobó el procedimiento de eutanasia, asegurando la provisión de cuidados paliativos hasta el momento en que se lleve a cabo la intervención. Asimismo, su madre, Alba Morales, ha sido designada para tomar decisiones médicas en caso de que Erika no pueda hacerlo por sí misma.
Un debate sobre la muerte digna
El caso ha generado un amplio debate en Colombia, uno de los pocos países de América Latina donde la eutanasia es legal en situaciones de sufrimiento extremo causado por enfermedades incurables. Mientras algunos sectores defienden el derecho de Morales a elegir una muerte digna, otros cuestionan la falta de alternativas para mejorar su calidad de vida y el impacto de la decisión en la sociedad.
El proceso de Erika Morales representa un hito en la discusión sobre la autonomía personal y el acceso a la eutanasia en Colombia, y se espera que su caso impulse nuevas reflexiones sobre la legislación y los derechos de los pacientes con condiciones irreversibles.
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